Artículo de Miguel Aso publicado en el diario Alto Aragón
En el
aeropuerto de Huesca, una de esas decisiones políticas que PP y PSOE han
compartido
Llevamos ya
unos cuantos meses escuchando y viendo por diversos medios una campaña de
desprestigio sobre los políticos en general. Mentiras inmensas, como que hay
más de 400.000, o medias verdades sobre el salario de los mismos o sus
asesores, son norma habitual que, a fuerza de decir, se convierten en verdad
con el objetivo de desviar la atención y de meter interesadamente a todos en el
mismo saco. Como si Gaspar Llamazares, que prácticamente votó sólo contra la
reforma de la Constitución amparada por PSOE y PP que prioriza el pago de la
deuda a la prestación de servicios, tuviera la misma responsabilidad que un
parlamentario popular o socialista.
Lo cierto
es que el problema no son los políticos, sino las políticas. Eso es lo que
verdaderamente debe ser cuestionado. Son las políticas las que han hecho que
España sea el segundo país del mundo con más kilómetros de AVE, sabiendo que
con cada kilómetro se pueden hacer 4 colegios, o las que han hecho aeropuertos
donde sólo aterrizan ciertos insectos. Son las medidas adoptadas por nuestros
diferentes gobiernos populares y socialistas, los que no han sido capaces de
construir un modelo productivo español que no pase por el turismo y el
ladrillo. Han sido decisiones políticas las que han privatizado nuestros principales
sectores productivos públicos y han sido nuestros gobernantes del PSOE y PP los
que no han tomado medidas políticas para controlar el sector financiero y,
porqué no, de dotarnos de una banca pública lo que hubiera evitado que nos
hayamos quedado vendidos.
Para
resolver este entuerto, últimamente se alzan nuevas voces que dicen que deben
ser tecnócratas los que nos saquen de este agujero. Y uno se pregunta si no han
sido tecnócratas asesorando a nuestros gobiernos, o controlando a los mismos,
los que han construido este sistema económico que hace aguas por todos los
sitios; o si los tecnócratas, en el momento de tomar decisiones políticas, no
se están convirtiendo en políticos; o si los tecnócratas no tienen distintos
enfoques y, por tanto, distintas soluciones políticas que adoptar. Es por ello
por lo que la sociedad no debe caer en la trampa de cuestionarse si políticos o
tecnócratas, sino que lo que tiene que hacer es rebelarse contra las políticas,
las que nos han llevado hasta esta situación y las que siguen realizándose al
servicio de los poderosos, teniendo por objeto eliminar derechos consolidados
para hacer de ellos un mero negocio. Es la hora de otras políticas, de
políticas que pongan al ser humano y no a la economía en el centro de su acción
y es el momento de menos tecnócratas al servicio de sus intereses y de muchos
más políticos: de que cada ciudadano se convierta en uno, en un sujeto con
derechos y deberes para con esta sociedad. Es el momento de ser partícipes de
manera activa de nuestro propio destino como sociedad, sólo así acabaremos con
los vicios y malas praxis políticas que existan y cambiaremos las políticas y,
en consecuencia, a los políticos que las han adoptado.
Enlace blog de Miguel Aso
Sobre la reforma constitucional. Artículo publicado en la revista REC Nº 12: Enlace PDF
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Sobre la reforma constitucional. Artículo publicado en la revista REC Nº 12: Enlace PDF
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